martes, 19 de agosto de 2008

Visita 2


Cuando terminé la sopa la dejé tapada en el horno, mire por la ventana y estaba lloviendo, abrí la puerta y me senté en el porche para contemplar aquella preciosa estampa. Los árboles bailaban con el viento y las gotas de agua los acompañaban en la oscuridad, encendí la pequeña luz mientras me quedaba embobada mirando a los lejos. Los árboles se movieron con mas ferocidad y la lluvia aumentó, de repente la luz del porche se apagó, me levanté y entré en la casa, cuando encendí la luz del recibidor la vi, una mujer con el cabello negro que le caía suavemente sobre los hombros, peinado de forma casual, me sonrío mordiéndose el labio inferior, abrí muchos los ojos y no pude evitar gritar.- No Bella – dijo mientras se acercaba a mi y me tapaba con su fría mano la boca.
-¿Que haces aquí? – dije mientras me separaba de ella.
– Solo quería saber si era verdad lo que me dijeron. – dijo apenada señalando hacia mi barriga.
– ¿Solo para eso as venido?- Ella había traído recuerdos dolorosos de un tormentoso pasado, un pasado que yo creía olvidado pero que de nuevo estaba esa herida en el pecho, pero no era como antes, no, yo ahora amaba a Jacob e íbamos a ser muy felices.
-Bueno y quería venir a verte a saber como estas y aproveché de que Jacob se había marchado para poder hablar contigo.
– Jacob, no había dicho chucho.
-Vaya pues estoy muy bien gracias por venir, pero desde tan lejos has venido para eso, no deberías haberte molestado......- ella hizo un gesto de negación con la cabeza.
– Hemos vuelto todos Bella.
– Todos
- ¿Todos? – Dije mientras mi corazón daba un vuelco.
- Todos, hay algunos problemas, algunos neófitos andan sueltos y bueno veníamos a ahorrarle el trabajo a los Vulturi, si se dieran cuenta de lo que paso podrían hacerte daño, así que les ahorramos un viaje. – dijo mientras sonreía, parecía... perdón, no es que pareciera es que por supuesto le divertía la idea y mucho de dar caza a neófitos.
- ¿Saben los chicos algo?- Por eso la reunión, tal vez Paul y Embry no querían que yo supiera nada, por eso no se lo dijeron a Jacob aquí.
- Si y esta noche van a ir a buscarlos no creo que Jacob vuelva pronto, ¿Quieres venir a casa? Oh bueno creo que no seria una buena idea no importa déjalo Bella, me quedaré aquí contigo no voy a dejarte sola.- Bueno por que no una visita, yo amaba a Jacob y eran mis amigos.
– No Alice si es buena idea, tu olor los atraería hasta aquí, si estamos en tu casa no vendrán por que esta fuera de sus limites.- Ella sonrío asintiendo.
-Tienes razón veo que tu mente sigue igual de rápida después de tanto tiempo. – La mire de reojo.
– Eso es un cumplido, ¿Verdad?- Volvió a sonreír y me empujó suavemente hacia la puerta. Cuando salimos fuera nos encontramos a un hombre de pelo claro, ojos verdes, llevaba un traje de chaqueta con un pañuelo en el bolsillo, que nos sonreía.
-¿Cullen, Alice Cullen? – dijo mirándola.
– Depende de quien seas tú.- El hombre río.
-Vamos – dijo dando un paso hacia nosotras, Alice se colocó delante de mí.
– Baja un poco la guardia solo vengo a ayudaros contra los neófitos, vosotros solos no podréis.
– Otro vampiro....
-No nos hace falta ayuda gracias y tranquilo seguro que podemos. – Alice comenzó a andar mientras tiraba de mi para que fuera bien pegada a ella, el hombre hizo una reverencia mientras nos dejaba pasar, Alice se giro suspirando yo le mire y él me sonrío, no me di cuenta cuando volví la vista hacia delante de que Alice estaba en el suelo y ahora era el quien me agarraba del brazo.

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